La Ruta del Mar de Arousa y Río Ulla es un singular itinerario marítimo y fluvial que conmemora la llegada a Galicia, por mar, del cuerpo del apóstol Santiago tras su martirio en Jerusalén.
Tras el Camino Primitivo, esta ruta, que transita por la costa asturiana y entra en Galicia por la ría de Ribadeo, alcanzó relevancia en la baja Edad Media. Entonces, las peregrinaciones marítimas estaban en su apogeo.
El Camino francés es ahora el itinerario más transitado en España para la peregrinación a Santiago de Compostela y surca el norte de la Península hasta el extremo occidental, recibiendo a lo largo de su recorrido, a los peregrinos que transitan otras rutas jacobeas procedentes de cualquier parte de España.
De los llamados países escandinavos, como Noruega, Suecia, Dinamarca, Finlandia o Islandia y, sobre todo, ingleses, escoceses, irlandeses y flamencos. Todos ellos contribuyeron a fijar lo que hoy conocemos como el Camino Inglés. Llegaban a Galicia por mar desde sus respectivos puertos, y arribaban a Ferrol, A Coruña, Viveiro o Ribadeo.
Esta ruta tomó relevancia, sobre todo, a partir del siglo XII, tras la independencia de Portugal. Su trazado hereda vías y caminos antiguos, como la Vía XIX, construida en el siglo I d. C., que unía Braga con Astorga a través de Ponte de Lima, Tui, Pontevedra, Santiago y Lugo, y que fue una de las calzadas romanas más importantes, pues vertebró la Gallaecia.
El Camino Primitivo es la primera ruta de peregrinación, la más antigua. Enlaza Oviedo con Santiago de Compostela y discurre en buena parte por trazados de calzadas romanas.
Hasta el final de la Edad Media, la Costa da Morte era el último reducto de tierra conocida. El lugar por el que los pueblos prerromanos creían que las almas ascendían al cielo.
La vía se trazó a comienzos del cristianismo aprovechando caminos más antiguos. Entra en Galicia por A Mezquita y es el camino jacobeo gallego de mayor recorrido.